Resumen:
El contrato de cash pooling, -materia de estudio en el presente trabajo- supone
una combinación de los supuestos planteados en los párrafos anteriores, pues al manejo
centralizado de la tesorería de los grupos empresariales, se suma la oferta por parte de las
entidades financieras. Es así que la actuación del banco o pooler dentro de las
organizaciones, consiste en recolocar los sobrantes de aquellas compañías superavitarias,
en aquellas cuya posición requiera la inyección de liquidez –como una figura de
endeudamiento indirecto-, devengando intereses de acuerdo a las posiciones ya
mencionadas, a partir de la creación de una cuenta común para el grupo empresarial y
cuentas individuales para las filiales partícipes.