Resumen:
Esta cuarta entrega contiene el marco general de la filiación.
Todos, cada uno de nosotros, contamos con una filiación. Somos hijos. Alguien nos engendró. Normalmente una pareja o, sea el caso, un individuo –hombre o mujer–decidió tenernos, natural o asistidamente, siendo una mujer quien nos parió, al
menos hasta ahora, hasta que lleguen los hijos sintéticos. Por ellos (o él / ella) estamos
aquí, escribiendo, leyendo, analizando (...) viviendo. Contamos con un lazo
biológico que se enrola con lo legal. Ese lazo es la filiación, una institución que
crea familia en el primer grado parental, sin mayor formalidad inicial, basta la decisión
de tener un hijo y aceptarlo legalmente como tal. Es la única institución del
Derecho de Familia y del Derecho en general de la cual todos gozamos. Ellos, tú
y yo. Filiar es pertenecer, ser parte, estarse, tener la calidad de hijo.