Este ensayo parte de los capitales culturales de los ciudadanos actuales para desde ahí comprender y hacer sentido de la política en nuestros tiempos. Se afirma la existencia de tres tipos de ciudadanos: críticos y cínicos que se sienten contraculturales en el consumo, tienen a las redes como templos, creen y descreen de la política; ciudadanos premodernos que ajustan sus afectos a sus creencias y convierten su bronca en batalla moral; ciudadanos modernos que creen en las ideas, los partidos, las libertades, las instituciones, los derechos. En este contexto se comprende por qué hoy nuestros políticos son celebrities, intelectuales pop, practicantes de la ceocracia y los valores religiosos, y nacionalistas. Se argumenta que la comunicación política en el siglo xxi es un oficio bastardo que combina moralidades premodernas con coolture que ha llevado a que la democracia se convierta en concepto zombie.
This essay begins at the cultural capitals of today’s citizens in
order to understand politics and make sense of it in the present times. There
are three types of citizens: critics and cynics, who feel their consumption is
counter-culture, who have networks as temples, who believe and disbelieve in
politics; premodern citizens, who adjust their affections to their beliefs and turn
their anger into a moral battle; modern citizens, who believe in ideas, parties,
freedoms, institutions, rights. In this context it is understood why today our
politicians are celebrities, pop intellectuals, practitioners of CEOcracy and
religious and nationalist value oriented. It is said that political communication
in the twenty-first century is an illegitimate craft that combines pre-modern
morality with coolture, which has led democracy to become a zombie concept.