Resumen:
A pesar de que exista una definición poco clara de la posmodernidad, puedo
afirmar que nosotros los peruanos somos posmodernos, pues no se necesita
cerrar el periodo de la modernidad para comenzar la posmodernidad ni tampoco
vivir e interiorizarla como lo hacen los países desarrollados. Nosotros vivimos
nuestra posmodernidad de manera única y distinta. La música chicha,
el arte achorado y las prácticas sociales actuales son la muestra de que nuestro
país está entretejido por la mezcla, por la conjunción de elementos diferentes,
los cuales hacen más rico a nuestro país en el ámbito social. Por todo lo mencionado,
estoy segura de que podemos hablar de una posmodernidad chicha,
la cual vendría a ser una posmodernidad híbrida y de confluencias con distintas
culturas.
Somos un país multicultural, el cual se ha desarrollado con influencias de
todas las regiones, pero si no aprendemos a valorar a las minorías, nos será
más difícil desarrollarnos en lo social y por consiguiente, en lo económico.
El Perú es un lugar de costumbres y prácticas híbridas, las cuales han hecho
posible que la posmodernidad chicha sea evidente en nuestro contexto, pero
sólo si incluimos a las minorías, a lo desconocido o muchas veces ignorado,
podremos vencer los límites que tenemos como sociedad y podremos llegar al
desarrollo y así dejar de ser un país en vías del desarrollo.