Resumen:
Mientras en Bolivia y Ecuador hay
una agenda política de de mandas abiertamente
étnicas desde ha ce años, en el
Perú esto ocurre de manera sesgada o
escasamente publicitada. Pese a los
proyectos descentralizadores en curso,
la clase política y las coberturas mediáticas peruanas reducen las movili zaciones masivas acaecidas desde apro -
ximadamente el 2000 a grupos manipuladores y mafias locales, a la barbarie, o bien a demandas económicas puntuales. Sin que en eso de je de haber
una parte de verdad, lo prin cipal es el
descentramiento de la po lítica con respecto
a la realidad na cional.