Resumen:
La animación y la música han sufrido generalmente un alto grado de olvido por parte de muchos, representando ambas manifestaciones un papel en nuestra sociedad como artes infravaloradas y excluidas, y que normalmente incluimos en el amplio bigbang del hobby personal, cuando algunos no encuentran la materia de estudio donde instalar dichas disciplinas. Sin embargo, estas “aficiones” para algunos inexpertos, sistemas de producción cultural, social, económico y artístico, para otros más hábiles, en definitiva, una profesión, son objetos de estudio y de investigación necesarios para la comunidad científica y evidentemente para el desarrollo óptimo de cualquier sociedad. Por ello, existe la necesidad urgente de unión de estos dos campos artísticos, recopilando una información dispersa y en muchos momentos ilusoria, que nos lleva a entender cómo se configura y estructura la banda sonora de una obra audiovisual animada. El conocimiento de estas dos artes, disciplinas profesionales y expresiones sociales en conjunto, se está viendo relegado a breves artículos, reseñas y bibliografía escasa, donde sus métodos y objetivos no quedan expuestos.