Resumen:
Las instancias más vistosas de la cibercultura son consecuencia y efecto de procesos que la tecnología simplemente ha enfatizado y acelerado, pero no generado. Los cambios que se deberían atribuir al medio digital son mucho más estructurales y profundos, y no aparecen en la pantalla mediática de la industria cultural. Sucede que es fácil observar los fenómenos digitales desde una perspectiva y con instrumentos que no permiten diferenciar lo que es accesorio de lo que es estructural. Desde esta perspectiva, que Sherry Turkle ha definido como la dimensión de la interfaz, no se puede salir de las metáforas y los verdaderos problemas quedan irresueltos.