Resumen:
Las campañas electorales son procesos intensos de investigación, comunicación, persuasión, proselitismo, organización, movilización e, incluso, atemorización, que realizan los partidos y candidatos en la búsqueda de los votos de los ciudadanos. En estos ejercicios de política moderna, en su versión positiva, el objetivo central es, por un lado, cortejar y seducir al elector gestionando su afecto y, por el otro, en su versión negativa, descalificar, atacar y denostar a los adversarios para, de esta manera, tratar de ganar la elección, construir mayorías electorales estables y generar la legitimidad social, que es el sustento del poder público en todo sistema democrático.